2017 será un año que Qualcomm querrá olvidar de su historia más reciente. A lo largo de 2017, Qualcomm se ha enfrentado a diversos problemas, no solo con algunos de sus clientes más importantes, como es el caso de Apple, sino también en Europa, Corea del Sur y China, donde se enfrenta a sanciones por sus políticas de monopolio y de posición dominante.
Finalmente, y para empezar, la Unión Europea ha sido la primera en multar oficialmente al gigante de procesadores y chip con sede en San Diego, con una importe que roza los 1.000 millones de euros, para se exactos 997 millones de euros.
A pesar de la elevada cifra, la compañía todavía se puede dar con un canto en los dientes, ya que inicialmente se enfrentaba al doble de la sanción que finalmente ha recibido. Esta multa, ha sido impuesta por la Unión Europea para tratar de frenar las acuerdos a los que había llegado con Apple concretamente, para que únicamente utilizaran sus chips de radio en sus terminales, algo que contra las leyes antimonopolio no solo de la Unión Europea, sino también de China y Corea del Sur, donde también se enfrenta a problemas similares
Qualcomm no solo reducía el precio de sus chips para convertirse, de facto, en la opción más económica, sino que también se le acusaba de pagar incentivos a las compañías para que fueran ellos los fabricantes de los chips necesarios para su dispositivos. La multa que ha recibido la compañía con sede en San Diego, representa el 5% de los ingresos globales que tuvo la compañía a lo largo de 2017.
En los últimos años, la Unión Europea ha emprendido una cruzada contra las empresas americanas que campan a sus anchas en Europa beneficiándose de las condiciones fiscales de algunos países, como es el caso de Apple, siendo acusadas de prácticas de monopolio, como es reciente caso de Google y de Microsoft hace unos años…