El 2 de agosto, el Samsung Galaxy Note 7 hará su aparición global para convertirse en el segundo terminal más importante del año para el fabricante coreano y que tomará el relevo del gran Samsung Galaxy S7 del que supimos la semana pasada que había sobrepasado los 26 millones de unidades vendidas. Un muy interesante año el que está obteniendo Samsung si todo sigue así tal como le está viniendo.
Hace pocos días supimos que una nueva versión del Galaxy Note 7 fue vista en el sitio web Geekbench. En este modelo, denominado como SM-N930R6, tenía en sus entrañas al chip Snapdragon 820 con una CPU quad-core y esa GPU Adreno 530 que está consiguiendo una mejora gráfica evidente. Por lo que casi ya podríamos decir que el Galaxy Note 7 contará, al menos, con una versión con ese chip de Qualcomm.
Y es que unos días antes de la llegada de esta filtración, surgió otro modelo del Galaxy Note, con el número de modelo SM-N935F, en el que su interior estaba un chip Exynos 8893 y puntuó bien alto en la parte del multi-core en las pruebas que pasó. Así que casi podríamos presentarnos ante el mismo formato en los chips que hemos visto en el Galaxy S7, en el que el modelo europeo contaba con el chip Exynos, mientras que en el americano se pasaba al de Qualcomm con ese Snapdragon 820.
En la filtración de hace días, también se indicaba algunas de sus características restantes como es esa memoria RAM de 4 GB, aunque todavía se espera que finalmente sea lanzado con 6 GB de RAM. Otro de los detalles de la lista de especificaciones es que Android 6.0.1 fue instalado.
Finalmente contaremos con las versiones del Galaxy Note 7 para Estados Unidos y China con el chip Snapdragon 820 mientras que el Exynos 8893 será utilizado en otras regiones como la nuestra.
