Cada nueva versión de Android que Google lanza al mercado y que los fabricantes tienen personalizar con su interfaz, en la mayoría de los casos, sufren problemas, problemas que obligan a retirar la actualización nada más lanzarse o bien provocan un retraso en el lanzamiento final. Samsung, Xiaomi y OnePlus en los últimos años lo saben perfectamente.
El último fabricante que se ha visto afectado ha sido Samsung, concretamente los modelos S10 y Note 10, terminales que, según podemos leer en Android Central, ha visto retrasada la fecha de lanzamiento de One UI 3.0 en fase beta. Además del S10 y Note 10 también se han visto afectados el Galaxy Z Flip en sus dos versiones.
Al parecer, muchos han sido los usuarios que han tenido problemas con sus terminales tras actualizar la beta de Android 11 en el Galaxy Note 10, una beta que de momento se encuentra en fase de prueba en Corea del Sur. No se han detallado cuales han sido los problemas pero al parecer estaban relacionados con un elevado consumo de batería y una estabilidad del sistema que provocaba el continuo cierre de aplicaciones.
Esta nueva interfaz de usuario ofrece una serie de novedades para la pantalla de bloqueo, el navegador web además de añadir mejoras en la cámara, algunas de las cuales llegan de la mano de Android como la relacionada con las notificaciones.
Los retrasos en el lanzamiento de la versiones finales de Android en los terminales de Samsung, son, desgraciadamente, algo habitual y para los que los usuarios que confiamos en esta compañía estamos curados de espanto.
Esperemos que a partir del año que viene, cuando el soporte de actualizaciones se amplíe oficialmente a los tres años, desde Corea se pongan las pilas de una vez y las actualizaciones sean mucho más rápidas. El tiempo lo dirá.
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