Mientras el gigante surcoreano se prepara para comenzar a vender su nuevo smartphone insignia, el Galaxy S8 y S8 Plus, y aunque Samsung no emitirá datos oficiales hasta el viernes, los analistas predicen ganancias récord para el primer trimestre de 2017 que confirmarían que ni el desastre del Galaxy Note 7 ni los escándalos de corrupción, hacen mella en la compañía.
Las acciones Samsung se acercan a valores máximos récord después de haber ganado casi un 17% desde que comenzase este nuevo año. Tal y como apuntan muchos analistas, los números resultan particularmente impresionantes, dado que el presidente de la compañía, Jay Y Lee, está involucrado en un escándalo de corrupción y actualmente está siendo juzgado por soborno y otros cargos.
La capacidad de Samsung para superar circunstancias traumáticas como las citadas se apoya principalmente en su dominio del mercado de memorias flash NAND, y en el auge de los chips de memoria impulsado por la demanda de teléfonos inteligentes y servidores.
Las estimaciones sugieren que su ganancia operativa de enero a marzo podría llegar a 9,4 billones de wones (8,44 mil millones de dólares), que sería el mayor beneficio de la compañía surcoreana desde el tercer trimestre de 2013. Dentro de esa cantidad, sólo su división de chips supone 5,8 billones de wones.
Con todo ello, los analistas mantienen una actitud francamente optimista acerca de las perspectivas de Samsung. El Galaxy S8 ha sido gratamente elogiado después de su presentación el pasado 29 de marzo, y se espera que sus ventas superen las del Galaxy S7 y establezcan un nuevo récord para la compañía.
«Creemos que la serie S8 definitivamente será un gran buque insignia para Samsung y le ayudará a ganar cuota de mercado […] El lanzamiento del iPhone 8 totalmente renovado también será amenazador, pero también hay una demanda reprimida de dispositivos Samsung que se desplaza del año pasado debido a la desaparición del Note 7. Así que esos dos factores se equilibrarán», dijo el analista de Counterpoint, Tom Kang.