Si algo funciona es mejor no tocarlo. Cada vez que un fabricante decide cambiar la nomenclatura de los terminales que lanza al mercado, lo único que hace es confundir, aún más, a los usuarios que tienen una vaga idea de la marca y los modelos que ofrece en el mercado.
Pero a pesar de las consecuencias que pueda tener para el usuario final, la firma coreana tiene la intención de dejar de utilizar la nomenclatura G en su buque insignia, de forma que el próximo terminal estrella de LG no será el G7. El primer terminal de la gama G, fue el LG Optimus, en 2012, seguido del G2 en 2013, el G3 en 2014, el G4 el 2015, el G5 en 2016 y el 6 en 2017. Y se acabó.
Según la compañía, LG está preparando una nueva estrategia comercial para el primer trimestre de este año para cambiar la denominación de su próximo busque insignia. La compañía coreana podría utilizar dos dígitos para denominar a sus terminal de gama alta por lo que el sucesor del LG G6 podría sea el LG 77. También podría cambiar la G por otra letra, por ejemplo H, junto con el número 7 para el sucesor del G6. Pero tampoco podemos descartar que LG opte por saltarse el 7 y lanzar directamente el próximo modelo con nueva denominación con el número 8 o el 9, para igualarse con Apple y Samsung, o tal vez el 10, para tomar la delantera e igualarse con el iPhone X de Apple.
Si bien es cierto que LG no lanzaba un terminal desde hacía años dentro de la gama G tan redondo como el G6, llama la atención que ahora que había dado en el clavo quiera cambiar la denominación de su sucesor. El LG G2 era un teléfono más que correo. El LG G3 tenía problemas con los marcos del terminal además de calentarse en exceso. El LG G4 era propenso a sufrir bucles al encender el terminal y el G5, fue uno de los peores terminales que ha lanzado la compañía, debido a un mal diseño acompañado de los accesorios caros que nos obligaban a desmontar medio teléfono.