La periodista Kelsey McClellan de la popular web de Wired ha revelado a través de un podcast información muy interesante sobre la nueva línea Pixel de Google, con el Pixel y Pixel XL.
Y es que hablando con representantes de Mountain View poco después de la presentación oficial de los teléfonos, le explicaron que los nuevos teléfonos de la gran G no son resistentes al agua, aunque sí a las salpicaduras, por una razón muy sencilla: falta de tiempo.
Los Google Pixel no tienen resistencia al agua por falta de tiempo para obtener la certificación IP necesaria
Ya hemos visto recientemente que, aunque estos terminales cuentan con una certificación IP53 que les dota de una gran resistencia a las salpicaduras y poco más, un usuario ha realizado una prueba sumergiendo un Google Pixel durante una hora y el teléfono ha aguantado sin problemas. Pero es un caso excepcional y no os recomiendo hacerlo pues perderéis la garantía y puede que vuestro teléfono se convierta en un bonito y caro pisapapeles.
El problema es que Google llevaba mucho tiempo trabajando en su propia línea de teléfonos, antes de desechar todo el proyecto a finales de 2015 y comenzar de nuevo. ¿Qué significa esto? Que realmente tanto el Google Pixel como el Google Pixel XL pasaron de la mesa de diseño a la de producción en poco más de 9 meses.
Con un margen de tiempo tan corto, el equipo de Google encargado de estos nuevos terminales tuvieron que cortar por algún lado, y la resistencia al polvo y al agua fue una de ellas. Ojo, vuelvo a decir que estos terminales tienen una certificación IP53 lo que dota al teléfono de resistencia a las salpicaduras y al polvo, pero no es la certificación IP67 o IP68 que permiten oficialmente sumergir un terminal durante un tiempo prolongado sin ningún tipo de riesgo.
Un mal menor teniendo en cuenta la gran acogida que está teniendo la nueva línea de terminales de la gran G entre la prensa que ya ha coronado al Google Pixel y Pixel XL como los mejores terminales del momento.
