Aunque seguro que no hace falta que nadie se lo recuerde, el año 2017 no hay comenzado nada bien para el fabricante chino de teléfono móviles ZTE pero además, tampoco parece que esté continuando mejor. Después de haber tenido que recortar casi tres mil empleos durante el pasado mes de enero, ahora ZTE se ha declarado culpable de violar las sanciones comerciales estadounidenses contra Irán, y deberá pagar casi mil millones de dólares en multas.
El año pasado, ZTE fue acusada de violar las sanciones estadounidenses por hacer negocios con Irán, y ello a pesar de ser una empresa china, aunque esto tenía que ver con tecnología estadounidense. Tras esa acusación, el Departamento de Comercio estadounidense amenazó con cortar a ZTE el suministro de todos sus socios en Estados Unidos. Aunque esa amenaza se suspendió en múltiples ocasiones, finalmente se programó que entrara en vigor el mes pasado, y ésto podría haber sido un verdadero desastre para el negocio de ZTE que, finalmente, ha logrado evitar, aunque a un precio muy elevado.
Finalmente, ZTE ha evitado que el Departamento de Comercio cumpliese con sus amenazas y, a cambio de una declaración de culpabilidad y multas de más de 900 millones de dólares, ZTE podrá continuar trabajando con sus socios de la cadena de suministro estadounidense como Qualcomm.
Lo cierto es que la solución adoptada aún no es efectiva, aunque por delante tan sólo queda el trámite: un tribunal debe aprobar el acuerdo con el Departamento de Justicia y, tras ello, el Departamento de Comercio recomendará la salida de ZTE de una lista de violadores de sanciones.
El nuevo presidente Donald Trump ha endurecido su discurso contra Irán y sin duda alguna, la amenaza de convertirse en una empresa etiquetada como colaboradora de un «enemigo» de Estados Unidos, habrá pesado para que finalmente acepte la culpa y la sanción.