Actualmente el tamaño de nodo más pequeño que vemos en procesadores para teléfonos inteligentes es de 7 nm. Estos conjuntos de chipsets son más eficientes y presentan un mejor rendimiento que los de mayor tamaño; mientras más reducidos son, más transistores tienen.
Cada año vemos avances significativos en la industria de chipsets. La Ley de Moore sugiere que cada dos años el número de transistores en los microprocesadores debería duplicarse al disminuir su tamaño, por lo que las principales compañías del sector como TSMC se ven obligadas a dar un paso adelante cada cierto tiempo y así producir mejores y chipsets con arquitecturas de nm más chicas. Lo más eficiente que ahora esta marca produce son plataformas móviles de 7 nm, pero para el 2025 se espera que ofrezca soluciones de 2 nm.
Pese a que ya haya planes para el desarrollo de la tecnología de 2 nm de TSMC, se espera que para finales de este año esté listo la arquitectura basada en 5 nm, la cual representaría un aumento de rendimiento en los chipsets de siguiente generación bastante significativo.
En teoría, los chips de 2 nm podrán contener 3.5 veces más transistores que los mejores conjuntos de chips de 7 nm disponibles en el mercado. Esto resultaría en un consumo de energía muy inferior y en una eficiencia de trabajo mayos.
TSMC, por otro lado, recientemente reveló la hoja de ruta de chips de 3 nm, que progresa según lo planeado. Se espera que el primer lote de producción de riesgo comience en 2021, seguido por la producción en volumen en la segunda mitad de 2022. La compañía está invirtiendo mucho en I+D para sus siguientes soluciones tecnológicas futuras; no hay descanso.
El único competidor importante para TSMC es Samsung. Sin embargo, la surcoreana todavía tiene que fabricar chips de 5 nm e, incluso, ha retrasado los conjuntos de chips de 3 nm hasta 2022 debido a la pandemia de COVID-19. Parece que está más atrasada.
