Smartphones resistentes al agua, ¿de verdad?

smartphone acuático

Actualmente casi cada marca de smartphone tiene en venta algún modelo de teléfono con resistencia al agua como principal atractivo. O como una cualidad que aporta mayor calidad y resistencia a un dispositivo. Realmente, saber que nuestro teléfono resistirá salpicaduras por líquidos es una tranquilidad.

En más de una ocasión nuestro smartphone ha visto el final de sus días precipitadamente por una inmersión sub-acuática inesperada. O por sufrir salpicaduras de agua u otros fluidos. Por ello, cuando vemos algún anuncio que promete que nuestro smartphone no sufrirá daños por líquidos o salpicaduras, capta nuestra atención. 

¿Cuanto hay de verdad en la resistencia al agua de un smartphone?

Aún teniendo entre las manos un smartphone que supuestamente es sumergible nos cuesta mucho hacer la prueba. Más aún cuando estos dispositivos resistentes al agua suelen estar entre la gama más alta de cada firma. Por eso, gastar unos seiscientos euros de media, y poner bajo el grifo el nuevo smartphone para comprobar si resiste no parece del todo seguro.

Pero entonces, si el smartphone resiste al agua, y así se anuncia a bombo y platillo. ¿Por qué no nos atrevemos a mojarlo?. Pues porque hay algunas marcas cuya garantía no responde si el dispositivo presenta daños por líquidos. Sí, un smartphone que resiste al agua no se sustituye si se estropea al mojarse. ¿Como podríamos llamar a esto?. Se nos ocurren varios, pero como mínimo parece un poco engañoso.

La explicación podemos encontrarla en los diferentes tipos de certificación IP. Según el tipo de certificación que obtenga un smartphone éste puede resistir a salpicaduras de agua o incluso una inmersión prolongada. Por esto es muy importante saber las especificaciones de la certificación IP de cada dispositivo.

No nos podemos dejar llevar por los anuncios publicitarios. Teléfonos que caen al fondo de una piscina y siguen funcionando como si nada. O personas que conversan con sus smartphones bajo la lluvia sin preocupaciones. Es muy importante saber a qué pruebas se ha sometido nuestro dispositivo y saber los límites en su relación con los líquidos.

La certificación IP de un dispositivo mide su resistencia al agua.

smartphone mojado

El principal problema que se da a la hora de reclamar la garantía ante un daño por líquidos es la dificultad de comprobar cómo se ha producido. Aunque expliquemos que no se ha hecho uso indebido del dispositivo. Y aún siendo esto verdad y hayamos seguido al pie de la letra los consejos de los fabricantes. Es prácticamente imposible saber si éstas normas o consejos se han cumplido.

Antes de que proliferaran estos móviles con distintos tipos de certificaciones de resistencia a  los líquidos era más fácil. Los sensores de líquidos que cada dispositivo tenía incorporado era un símbolo inequívoco de mal uso. Ahora, cada vez es más complicado demostrar que se han cumplido con las especificaciones de cada aparato o fabricante.

También hay que saber que hay certificaciones IP que sirven única y exclusivamente para salpicaduras de agua. Es decir, que aunque tu smartphone sea «resistente al agua», si se moja con un refresco quedará fuera de garantía. O si la salpicadura se realiza con agua salada en vez de con agua dulce. Incluso hay diferencias entre si se sumerge o se pone bajo una corriente de agua, como podría ser un grifo abierto.

De modo que por muy atractivo que te parezca un smartphone resistente al agua, que este no sea el único motivo de tu compra. A día de hoy no existe un smartphone que garantice al cien por cien su estanqueidad. Ni que sea sumergible sin algún tipo de restricción o «consejo» de sus fabricantes.

Así que si te has decidido por hacerte con un smartphone que promete resistir al agua, no tengas la tentación de ponerlo a prueba. Es más seguro para el usuario que el dispositivo que usamos tenga cuantas más protección mejor. Pero por lo que se ve, aunque tu smartphone sea «acuático» es mejor que se mantenga lejos del agua.


El contenido del artículo se adhiere a nuestros principios de ética editorial. Para notificar un error pincha aquí.

Un comentario, deja el tuyo

Deja tu comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

*

*

  1. Responsable de los datos: Actualidad Blog
  2. Finalidad de los datos: Controlar el SPAM, gestión de comentarios.
  3. Legitimación: Tu consentimiento
  4. Comunicación de los datos: No se comunicarán los datos a terceros salvo por obligación legal.
  5. Almacenamiento de los datos: Base de datos alojada en Occentus Networks (UE)
  6. Derechos: En cualquier momento puedes limitar, recuperar y borrar tu información.

  1.   José Francisco dijo

    El riesgo número uno es la caída a la taza del wáter; con lo que caería en agua con ácido úrico, urea y sales minerales. Después está el riesgo de caída en bañeras y piscinas; por lo que en el segundo caso las pruebas de los teléfonos deberían hacerse a 2,5 metros de profundidad en agua con cloro y la media docena de otros componentes que se echan a las piscinas. Otros riesgos son caída en agua marina a poca profundidad, hablar bajo la lluvía, vertido de refrescos… Quizás los test IP no sean los correctos para la práctica diaria. Quizás haya que crear varios test que verifiquen los riesgos reales. Los fabricantes nos dicen que puede estar sumergido durante bastante tiempo, pero la realidad es que no necesitamos teléfonos que aguanten, por ejemplo, a 1,2 metros durante media hora en H2O casi puro. Necesitamos que fabriquen teléfonos para los riesgos reales y para ello habría que crear estándares adecuados al uso real.