Lo acaecido con el Galaxy Note 7 ha conseguido que en la junta directiva de Samsung se muevan sus mentes inquietas y promuevan nuevas acciones para animar a accionistas y así revolucionarse a si mismos para que no se vean abocados a esa crítica negativa que les ha perjudicado en ventas en estos meses en el que ese teléfono tenía que haber supuesto un gran paso hacia delante como compañía.
Ahora mismo sabemos que Samsung estudia dividirse en dos según proclama un diario coreano. Es el fondo activista estadounidense Elliott Management el que ha propuesto esta división que permitiría a los herederos de la familia fundadora Lee fortalecer su control en el líder mundial de smartphones, uno de sus baluartes del imperio que es en si el grupo Samsung a niveles generales.
La idea es fortalecer el valor de la compañía para los accionistas con una división que dividiría a Samsung Electronics en un holding y una empresa operativa, se pague un dividendo especial de 26.000 millones de dólares y prometa devolver al menos el 75% del flujo libre de caja a inversores.
Este movimiento ya proviene desde que Jay Y. Lee tomara las riendas de la compañía debido a la incapacitación de su padre, Lee Kun-hee, tras un ataque al corazón en 2014. Ya Samsung vendió activos no estratégicos mientras fusionaba las dos filiales en 2015 para así consolidar el control de Jay Y.Lee y sus dos hermanas.
Será el consejo de administración de Samsung el que responda a las propuestas de Elliott después de reunirse mañana martes. Quedamos ante la expectativa de este movimiento que supondría un mayor valor para los accionistas y una forma de moverse hacia delante. No se sabe realmente la razón, aunque una es la dicha desde que el hijo de Kun-hee tomara el mando de la compañía coreana.
