Es un hecho que los smartphones están en constante evolución. Casi a diario conocemos nuevos modelos, y nuevas marcas. Pero también es un hecho que cada vez más unos smartphones se parecen a otros. Como mínimo en prestaciones y lo que cada uno puede ofrecernos.
Está claro que existen distintos niveles y gamas. Aunque estos niveles cada vez se definen más por los acabados o por los materiales usados. Y ocurre que la mayoría de las prestaciones que ofrece un dispositivo de alta gama las ofrecen también dispositivos mucho mas modestos.
¿En que se diferencia un gama alta de un smartphone básico?
Este año 2.016 ha podido ser el año de los lectores de huella. Es cierto que los smartphones más exclusivos son los primeros en ofrecer al mercado las novedades. Pero con el tiempo esas novedades son adoptadas por los teléfonos más comunes. Este año casi la totalidad de los nuevos modelos de gama media han incorporado un lector de huellas, algo que comenzó siendo exclusivo de la alta gama.
Pero además de esta «novedad», cada vez son menos las sorpresas que el mundo smartphone nos ofrece. Es cierto que cada vez resulta mas complicado ofrecer algo novedoso. Y en los últimos años las innovaciones que los smartphones presentan brillan por su ausencia.
Estamos ya mal acostumbrados a que las marcas nos sigan ofreciendo más de lo mismo. De momento no tenemos más remedio que conformarnos con lo que hay. Pero ¿hasta cuando tendremos que tragar con más memoria ram, o más megapíxeles como novedades?.
El año 2017 tiene la posibilidad de ofrecernos un salto en cuanto a innovación. Como mínimo parece que podremos ver por fin algún smartphone con una pantalla plegable. Pero sin saber aún si este tipo de terminales terminará resultando en el mercado. ¿Tendremos que resignarnos a una sola novedad?.
Un smartphone de hace 3 años se parece demasiado a uno actual.
Todos los fabricantes afirman estar invirtiendo en innovación e investigación. Supuestamente para poder ofrecernos algo que les diferencia de la competencia. Pero la realidad es que siguen siendo pocas o ninguna las diferencias entre un smartphone de 2.016 y uno de 2.013.
No cabe duda de que hay mejorías significativas. Ha habido mejoras en las pantallas que han aumentado en resolución y también en tamaño. También el diseño ha evolucionado mucho. Los materiales que se usan hoy están mejor acabados y tienen mayor resistencia a golpes y ralladuras.
Y pasa actualmente lo mismo entre un teléfono de 700 euros y uno de 200 euros. Ambos terminales ofrecen al usuario prácticamente lo mismo. La diferencia es que el más caro ofrece más de lo que ambos tienen. El smartphone económico tiene todo lo que ofrece el más caro. Pero el caro ofrece más resolución de la cámara, mayor resolución, mayor batería, mejor acabado, etc.
Una novedad sería una batería que dure varios días.
Algo que desde hace años demandan los usuarios de todas las marcas es mayor duración de batería. Y es posiblemente una de las cosas que menos ha evolucionado, al menos entre las grandes firmas. Aún recordamos aquellos teléfonos móviles que podían aguantar hasta cinco días sin enchufar.
Hemos oído en varias ocasiones que el uso que hacemos actualmente de los smartphones es infinitamente superior al de hace unos años. Si además le sumamos el gasto energético que provocan las grandes pantallas el consumo es superior. Por tanto es normal que las baterías duren menos. ¿Hasta cuando estas excusas?.
Hay en el mercado varios modelos de marcas como Xiaomi que han apostado firmemente por baterías más potentes. Y está demostrado que normalmente esto no influye en el tamaño de los dispositivos. Así nos encontramos con smartphones que superan los 4.000 mAh que incluso son más finos que otros con la mitad de capacidad.
En definitiva, asumiendo en parte que las innovaciones que veremos este nuevo año no serán muchas. Queremos que las marcas se pongan las pilas en mejorar definitivamente lo más básico. De todos modos aún seguimos a la espera de que alguna firma se lance y nos sorprenda a todos con algo nunca visto. Y como siempre, cuando esto ocurra aquí estaremos para contároslo.