Desde que Samsung anunciase que dejaba de fabricar el Galaxy Note 7 e iniciase el programa de devolución definitivo, más de tres millones de unidades han sido recuperadas sin embargo, aún hay propietarios que, aún habiéndoselo solicitado una y otra vez, se resisten a entregarlo tal vez, con la esperanza de que se transforme en una cara pieza de coleccionista.
Samsung ha comenzado a desplegar una actualización de software especial que limita la batería del Galaxy Note 7 al 60% en un intento por «forzar» a estos propietarios a devolver un teléfono que resulta potencialmente peligroso sin embargo, las compañías de telecomunicaciones de Nueva Zelanda van a ir mucho más allá inutilizando en teléfono en sus redes.
El CEO de Telecomunicaciones de Nueva Zelanda (TCF), Geoff Thorn, ha confirmado que todas las compañías en Nueva Zelanda pondrán en la lista negra al Samsung Galaxy Note 7 a partir del 18 de noviembre. Una vez que esto ocurra, el Galaxy Note 7 será simplemente un pisapapeles muy caro pues no podrá hacer ni recibir llamadas, enviar mensajes de texto ni navegar por internet a través de la red móvil.
El Foro de Telecomunicaciones de Nueva Zelanda representa a todas las compañías del país, y dice que esta decisión se ha tomado debido a las preocupaciones de seguridad generadas.
«Se han realizado numerosos intentos de todos los proveedores para contactar a los propietarios y pedirles que traigan los teléfonos para reemplazarlos o reembolsarlos».
Aún así, los Galaxy Note 7 podrán continuar funcionando offline o a través de WiFi.
Algunos pueden considerar que se trata de una medida drástica y que los clientes deberían tener que dar su autorización para ello sin embargo, no nos olvidemos que estamos ante un terminal peligroso. De hecho, Samsung podría hacer un intento de última hora para recuperar todas las unidades del Galaxy Note 7 que aún circulan mediante la desactivación remota, algo que no está confirmado de momento