Hace menos de una semana, sin hacer nada de ruido, aparecía disponible en la App Store de iOS un título llamado Monument Valley desarrollado por el equipo de UsTwo Games, cuyos precedentes en dispositivos móviles son una suerte de endless runner y un juego de puzles centrado en rellenar cuadros de colores. A un sorprendente precio de 3,59€ la gente se encontraba ante una obra de esas que sólo llegan a nuestros teléfonos cada cierto tiempo, que por su vena jugable o artística saben destacar, y mucho, por encima del resto.
Monument Valley nos pone en la piel de una silenciosa princesa, un personaje con el que tendremos que recorrer diversidad niveles originados en torno a las imágenes imposibles y los trucos con la perspectiva del artista holandés Marius Escher. Y es en dichos niveles donde nos tendremos que estrujar el coco para poder ir avanzando en una historia que, con muy poco, sabe decir mucho. Ni cinemáticas, ni diálogos abusivos ni nada por el estilo, en Monument Valley se habla con el diseño de niveles y éste es excepcional, sólo hay que echarle un ojo al vídeo de lanzamiento de la versión de iOS o al making-off que tienen en su canal.
Es reconfortante ver a gente tan apasionada con lo que hacen y a las que se les nota un amor por su trabajo que termina calando en el producto final. Después de varios días «ahí fuera» recibiendo análisis y crítica por parte de prensa especializada y público, Monument Valley parece ser una experiencia imperdible que, como uno de sus escasísimos fallos, cuenta con un número de niveles que se termina antojando demasiado breve, pudiéndose terminar por primera vez en dos o tres horas. Cierto es, por otro lado, que si lo rejugamos podremos apreciar detalles completamente nuevos. Todavía no hay fecha para la versión de Android pero ésta no debería llegar más tarde de un par de semanas.
