En juegos como Clash Royale y otros tantos que tienen gran popularidad, son muchas las compañías que se sirven de los llamados «Whales» para obtener importantes beneficios. Y es que son jugadores que son capaces de gastar miles de euros para tener todas las cartas legendarias de un juego y así poder aventajarse en las partidas. Lo bueno de ese juego que también hace falta la pericia del jugador, lo único que es como la lucha de David contra Goliat.
La realidad que tenemos es que adquirir ese extra para un guerrero en un juego a través de un micropago no es tan usado como podemos llegar a crear. AppsFlyer realizó un estudio en el que se observó 300 millones de dólares gastados sobre unas mil apps a través de 100 millones de usuarios únicos en el mes de abril. De todos ellos solamente el 5 por ciento de los usuarios globales realizaron una compra a través de un micropago con una media de 9,60 dólares por mes.
La base de usuarios que compra desde iOS (un 7,2 por ciento de todos los usuarios) es mayor que la que posee Android (4,6 por ciento) y suelen gastar dos veces más por transacción (12,77 dólares por cada una en iOS contra los 6,19 dólares en Android) y dos veces y media más de forma mensual. Otro dato es que los usuarios de iOS suelen gastar más en apps de compras, mientras que los de Android prefieren las apps para productividad.
En Asia marcan todos los récords con una media de 10,65 dólares por compra, mientras que los europeos utilizan 5,61 dólares y en América del Sur hasta los 4,61 dólares. América del norte se queda en el 8,68$, solamente 12 céntimos sobre la media global de compras de micropagos.
Unos micropagos que los vemos en la mayoría de videojuegos que existen en la Play Store pero que no son tan usados como podríamos pensar, aunque sí les da a los desarrolladores para seguir apostando por este modelo de negocio. Por otro lado tenemos a los stickers en apps de chat como LINE, que muestran un gran estado de salud.