Samsung habría gastado cerca de los 1.800 millones de dólares en la sustitución de 2,5 millones de Galaxy Note 7, pero espera un crecimiento del 5,6 por ciento en ingresos para el tercer trimestre de año. Una película de terror la que sigue viviendo Samsung con esos millones de dispositivos que fueron afectados por el problema de la batería.
Según un rotativo coreano, sus beneficios podrían alcanzar los 7.000 millones de dólares desde julio a septiembre, lo que es mucho más de lo que obtuvo el mismo periodo del año y lo que las estimaciones previas dedujeron. Por lo que se puede ver como el fabricante estaba teniendo un gran trimestre cuando comenzó a surgir los problemas de la batería.
Young Woo Kim, un analista para SK Securities, declaró que el negocio de pantallas y chip de Samsung ha generado cerca de la mitad de esos ingresos. La compañía es el principal fabricante de chips para ordenadores y también lidera la producción de pantallas OLED. También ayuda a encontrar estas cifras que las ventas del Galaxy S7 no han sido afectadas por los problemas del Galaxy Note 7.
De todas formas, es el propio Woo Kim el que cree que su negocio mobile ha bajado al nivel más bajo en los tres últimos trimestres en el periodo de julio a septiembre. Ya conocemos como Sasmung empezó el programa recall a principios de septiembre después de recibir bastantes reportes de unidades explotando debido a baterías en estado defectuoso.
Por lo que respecta a las ganancias del trimestre, no es todo oro lo que reluce, ya que sus ventas cayeron en un 5 por ciento respecto al año anterior. Los analistas creen que sus beneficios solamente continuarán debido a sus pantallas OLED y sus chips para ordenadores. Para finales de este mes Sasmung publicará un reporte más detalla de sus ganancias.