El fabricante taiwanés que diseñó el HTC Magic o HTC Desire se ha visto envuelta en estos dos últimos años en una cadena de despropósitos a la que hemos estado presentes sin poder hacer nada ante ello. La bomba estalló con el HTC One M9 que apostó fuerte por el chip Snapdragon 810 de Qualcomm, y que se convirtió en uno de los lanzamientos más negativos en la historia de Android, ya que este terminal se sobrecalentaba demasiado por los problemas de temperatura que acaecieron en la primera revisión de esa CPU. Esto no ha sido lo único que ha conllevado a que HTC cada vez vaya sin freno y desbocada al hundimiento, sino que la «fuga de cerebros» que no han podido soportar las decisiones mal tomadas, haya conseguido que no se sepa bien el futuro de esta compañía.
Y es que HTC debería de olvidar para siempre ese 2015 que acaba de terminar y al que se le ha puesto la guinda con unas cifras desastrosas. En el reporte anual que acaba de lanzar de 2015, ha revelado una caída en ventas de más del 35 por ciento. Los beneficios de la compañía en el año pasado se han mantenido en los 3.650 millones de dólares, que ha bajado a esa cifra de lo que fueron los 5.640 millones en 2014. Vamos que como no pongan remedio a ello, se verá abocada a un destino que esperamos que no sea así y que realmente no es nada halagüeño.
Ninguno sirvió
Los terminales que ha ido lanzando HTC en este año no le ha valido nada para que el fabricante retome el vuelo de alguna de las formas. Ya hemos hablado sobre el One M9 que se encontró como derrotado ante el resto de terminales lanzados por los demás fabricantes. El One A9 no fue ese salvavidas o ese héroe que consiguiera traer de vuelta a la senda del éxito a este fabricante taiwanés, y del HTC One X9 todavía nos queda saber si realmente les servirá de algo. Tenemos otro dentro de la gama media que ha sido anunciado pero que todavía tiene que salir del horno.
Si miramos las cifras de cerca seguimos observando como HTC sigue estando bajo una tormenta feroz con unas cifras para el mes de diciembre de 195.7 millones de dólares en ventas, lo que ha sido un 57,08 por ciento menores que aquel mes en 2014 en el que obtuvieron 455.9 millones de dólares. Y ese porcentaje del 35% es una pesadilla a la que deberán de enfrentará para los siguientes días y semanas. Un cambio de rumbo necesario y evidente a la vista de todos en el que se tienen que deshacer de lastre para intentar aligerar el peso y así buscar otras fórmulas para volver a encontrar esos cielos abiertos y azules.
HTC Vive, HTC One M10 y más
Una de las esperanzas podría ser la realidad virtual con el HTC Vive desarrollado con una de las expertas en los videojuegos como es Steam. Si fuera así que consiguen tener un pequeño éxito, la salida sería utilizar ciertas ganancias para llevar un mejor One M10 al mercado, pero la derrota de los dos anteriores que se quedaron en una derrota en ventas, presupone que debieran de buscar otras recetas para intentar salir a flote.
Luego está la problemática del mercado tan competitivo en Android, que ha propiciado que las «grandes» lancen nuevas series a un bajo precio para intentar frenar todos esos smartphones que llegan desde China. Posiblemente podría ser una idea desmarcarse de la capa Sense, buscar unos componentes equilibrados y lanzar un teléfono barato para así sumarse a todas esas iniciativas. Lo que queda bien claro que han de hacer algo, y si siguen por la misma línea continuista sin bajarse del carro de creerse una gran compañía, el fin será el que todos conocemos y al que ninguno quieren que lleguen, sobre todo por haber sido una de las partícipes de que Android sea lo que es a día de hoy.