Tras varios meses de incertidumbre, una noticia acaba de amargar la reciente presentación del Galaxy Note 8: Jay Y. Lee, vicepresidente de Samsung, ha sido condenado a 5 años de cárcel tras ser considerado culpable de sendos delitos de soborno y malversación de fondos.
La noticia supone un duro golpe para la compañía pues parece poco probable que tras cumplir con su condena, Jay Y. Lee retome sus funciones como vicepresidente de Samsung, lo que aboca a la búsqueda de un nuevo líder.
Todo queda en familia
Jay Y. Lee aún se puede considerar afortunado pues, de los 12 años que pedía la fiscalía, tan sólo ha sido condenado a pasar 5 años entre rejas. Aún así, el daño ya está hecho: los delitos de soborno y malversación de fondos por los que ha sido condenado suponen un palo duro a la proyección internacional de la compañía.
Nominalmente, Jay Y. Lee continúa siendo el vicepresidente de Samsung aunque de facto ejercía las funciones de presidente de la empresa. Es el «heredero del trono», sí, tal y como suena, en lo bueno y en lo malo. Su padre, que también ha sido acusado en diversas ocasiones por delitos relacionados con la corrupción aunque nunca ha sido condenado por ello, es quien lidera el emporio empresarial Samsung, aunque su débil estado de salud le mantiene al margen.
Así, la dirección de Samsung presenta en estos momentos un incierto futuro. Como posible sucesora se baraja el nombre de Lee Boo-jin (en la imagen de más arriba), sí, la hermana del corrupto condenado, algo que pondría fin al patriarcado que se vive en la compañía desde sus orígenes, además de alimentar la proyección internacional de Samsung con una mujer al frente. Además, así todo sigue quedando en familia, lo bueno, y lo malo.
¿Repercutirá de algún modo esta condena en el devenir de la compañía?