Google abandonó China en 2010, debido a las continuas exigencias el gobierno chino a la hora de censurar gran parte del contenido que ofrecía su buscador. Pero conforme han ido pasando los años, el gigante de las búsquedas está tratando de ver la forma de poder volver a hacerse amigo del gobierno y parece que de momento ya ha encontrado el camino.
Según ha publicado The Intercept, Google está trabajando en una versión censurada de búsqueda para lanzar exclusivamente en China, una aplicación que se encuentra bajo el proyecto Dragonfly y que lleva en desarrollo desde la pasada primavera. Esta aplicación limitará las búsquedas para excluir la información no aprobada por el gobierno chino, como pueden ser resultados relacionados con el sexo o la disidencia política.
La aplicación que en sus diferentes fases de desarrollo ha recibido diversos nombres, como Maotai y Longfei ya ha sido mostrada a funcionarios de algo rango dentro del gobierno y podría ver la luz en los próximos 6 o 9 meses. Los documentos a los que ha tenido acceso este medio, afirman que la aplicación filtrará el contenido de la lista negra, mostrando una cláusula de exención de responsabilidad de que «algunos resultados pueden haber sido eliminados debido a requisitos legales». Además, el número de fuentes serán limitadas así como los temas disponibles, y según estos documentos, ni la BBC ni Wikipedia estarán accesibles a través de esta aplicación.
El gobierno chino mantiene un estricto control sobre el contenido al que pueden acceder los usuarios con conexión a Internet. El gran firewall chino, se encarga de bloquear cualquier contenido relacionado con el sexo, la libertad de expresión, los grupos en contra del gobierno y por general cualquier tipo de información que pueda afectar a la estabilidad de los ciudadanos.
La fuente anónima que ha ofrecido a The Intercept los documentos relacionados con esta nueva aplicación, afirma que está en contra de que las grandes empresas y gobiernos colaboren con la opresión de su pueblo y desea profundamente que la transparencia sobre lo que hacen debe ser de interés público.