Driving School Classics es un simulador real de conducción para tu móvil

Driving School Classics es un juego que se diferencia de otros al plantear la simulación real de la conducción de un coche. La verdad que llega en un momento en el que hay demasiados arcades que se olvidan de lo que es conducir realmente, para que prácticamente tengamos que pulsar el turbo y acelerar; incluso no hace falta ni girar, ya que se hace de forma automática.

La idea de Driving School Classics es que puedas acceder a casi 60 vehículos reales de marcas conocidas y entre los que podemos encontrar a coches, camiones y autobuses. Todos ellos con sus propias dificultades y que se llevarán muchas partidas por delante hasta que seamos realmente un maestro al volante. Un juego que se hace con un espacio en el que no hay mucha competencia, de momento.

Un simulador de conducción real: ¡ponte el cinturón de seguridad!

No estamos acostumbrados a comenzar una partida en un juego para móvil y que en las primeras de cambio nos vayan diciendo que no nos hemos puesto el cinturón de seguridad. Buscamos rápidamente donde está en la interfaz, y empezamos a descubrir que hay demasiados controles para lo que estamos habituados en juegos de coches. Con esto queremos constatar que estás ante un juego diferente y especial de por si.

Que quizás gráficamente no esté totalmente logrado y que algunas escenas cinemáticas las podían quitar, pero la verdad que han dado en el clavo para una categoría de juegos muy escasa de títulos de calidad. Cuenta también con gran dificultad, así que si no conduces bien, tal como si estuvieras en el examen de conducir, tendrás que volver a empezar la partida para desesperación de algunos.

Una de sus mejores características es la gran variedad de vehículos que pone a nuestra disposición. Hablamos de vehículos de alto rendimiento, supercoches, utilitarios deportivos, autobuses, camiones y muchos más. Aparte de esa gran cantidad de vehículos, tenemos distintos entornos como son ciudades, montañas, desiertos… Así que te puedes imaginar que tienes mucho contenido para disfrutarlo.

Driving School Classics y su modelo de conducción

Lo que ocurre que cuando estamos acostumbrados a correr mucho en esos bólidos de otros juegos, como pasa con este nuevo de karts, como no seamos capaces de pasar esos primeros minutos de juego en Driving School Classics, seguramente que abandonemos. Pero sí pasas esa línea, tienes un juego de simulación de conducción realmente auténtico.

En total tienes más de 80 niveles, un modo de conducción libre, multijugador online, sistema de daños realista, interiores de los vehículos de gran detalle, gasolina que se consume y que has de repostar, transmisión manual con embrague o distintos mandos para elegir un volante táctil o por botones.

Tampoco faltan detalles como sonidos de motores reales, condiciones climáticas para que la conducción se complique o la compatibilidad con mandos para que la conducción sea más sencilla. Driving School Classics es un juego con el que deleitarse si se le sabe pillar el gustillo. Para los amantes de la simulación real es un juego más que imprescindible para sus móviles.

No desesperes a las primeras de cambio

Driving School Classics te espera con sus modos carreras, muchos eventos y ese modo libre con el que podrás ir mejorando tu conducción. No te desesperes en las primeras partidas y tómate tu tiempo para aprender los distintos botones que tienes en pantalla. Ya lo hemos dicho, no estamos acostumbrados a este tipo de juegos en un móvil y al principio puede ser difícil.

Técnicamente está bastante bien, aunque su estilo visual es de esos juegos tipo GTA III. Lo mejor está en sus opciones de conducción y lo real que es la conducción. Se podría haber mejorado mucho y traído con otro toque en los gráficos, pero así está perfecto. Quitaríamos esas escenas cinemáticas, pero parece que tienen su objetivo.

Driving School Classics es un simulador de conducción realmente auténtico con mucho contenido, modos y esa realidad al volante y que sentirás en el pedal de aceleración. No te olvides de echar aceite de vez en cuando, cambiar el líquido anticongelante y realizar algún mantenimiento de vez en cuando.