A las puertas de un nuevo Mobile World Congress son varios los dispositivos nuevos que podremos conocer. Además de mejoras sustanciales en cuanto a software, diseño, materiales y prestaciones de turno hay algo que sigue creciendo sin parar. No hablamos de las ventas de los smartphones más esperados. Lo que no para de crecer con cada nuevo modelo que conocemos es el tamaño de las pantallas.
¿Recordáis cuando 5 pulgadas era un tamaño considerado grande? Pues no hace tanto, no hay más que mirar a los modelos anteriores a los que ahora estamos conociendo. Las 5,5 pulgadas también estaban bien, tamaños que gustaban pero, ¿dónde está el límite? Vemos cómo las 5 pulgadas están totalmente desterradas del mundo smartphone y como prácticamente todos los dispositivos superan ya las diagonales de 6 pulgadas.
El aprovechamiento del frontal ayuda mucho al crecimiento de las pantallas
El diseño de los teléfonos móviles ha evolucionado mucho en los últimos años. Y la tendencia de conseguir cada vez marcos más finos ha ayudado mucho a que los smartphones con pantallas más grandes no resulten del todo sobredimensionados. Aún aprovechando el frontal en porcentajes superiores al 80%, vemos como el tamaño de las pantallas se acerca inevitablemente a las 7 pulgadas.
Vemos cómo ya existen smartphones como el Xiaomi Mi Max en el que en su lanzamiento, el tamaño de la pantalla era uno de sus grandes atractivos. Aunque tal vez éste tipo de terminal tenga un mercado más limitado. Hace poco menos de dos años un teléfono con pantalla de 5,5 pulgadas era considerado un phablet, un supuesto híbrido entre tablet y smartphone. A día de hoy ese concepto se encuentra en desuso ya que tendríamos que hablar de pantallas de más de 7 pulgadas para que ese concepto tenga sentido en la actualidad.
Un ejemplo de un smartphone con pantalla grande y con usos que van un poco más allá de los de un smartphone es el Samsung Galaxy Note 9. Cuenta con 6,4 pulgadas a toda calidad sobre la que gracias a su S-Pen podremos escribir como si de una libreta se tratara, donde cobra más sentido éste tamaño de pantalla. Pero de no poner algún tipo de límite o solución, como podrían ser las pantallas plegables, más pronto que tarde un smarptone convencional no cabrá en un bolsillo.