El año 2017, al que acabamos de dar carpetazo, no ha sido muy bueno para Apple, al menos durante los últimos tres meses, en los que se ha enfrentado a diversos problemas no solo de hardware, sino también de software que han visto minada su imagen como marca.
El último problema, que no ha tenido más remedio que reconocer y ofrecer oficialmente una solución, ha sido el del rendimiento de las baterías, problemas que afectaba al rendimiento de sus dispositivos. Según reconoció Apple, a partir de iOS 10.2.1, la compañía con sede en Cupertino introdujo una nueva función que se encarga de reducir la velocidad de procesador para alargar así la vida de la batería.
La semana pasada la compañía americana se vio obligada a tratar de calmar el revuelo, ofreciendo a lo largo de este año, un reemplazo de batería a todos los iPhone, a partir del iPhone 6 y 6 Plus por tan solo 29 euros, un precio muy inferior al que habitualmente ofrece cuando este cambio se produce fuera del período de garantía, que es de 89 euros, sera el modelo de iPhone que sea.
Como era de esperar, los fabricantes de Android, única alternativa disponible actualmente en el mercado, han salido a la palestra para afirmar que no reducen el funcionamiento del sistema operativo cuando el dispositivo muestra problemas de batería. Primero fueron HTC y Lenovo. Unos días después se han sumado las empresas coreanas Samsung y LG.
LG, por su parte afirma que nunca lo han hecho y que nunca lo harán, porque para ellos lo más importante es lo que piensen sus clientes. Por su parte, Samsung afirma que la calidad del producto siempre ha sido la principal prioridad de la compañía, algo que ya demostró en 2016, cuando se vio obligada a retirar del mercado todos los Galaxy Note 7 que se habían vendido hasta ese momento cuando los problemas de explosiones de la batería comenzaron a afectar a los terminales que ya habían sido reemplazados.